Los celos se han tratado, en la mayoría de los casos, como un problema de la persona que los padece. Es decir, "si sufres de celos tienes un problema a resolver", incluso, en algunos casos, una "enfermedad".
En este escrito le voy a dar radicalmente la vuelta a las cosas. ¿Y si los celos no son un problema sino, más bien, un "indicador"?
Veamos un ejemplo: Estás con una persona y sientes que eres todo o casi todo para ella. No me refiero a que te lo diga o a que te lo demuestre. Sino a que realmente estás convencido o convencida de que esa persona te ve como alguien valioso para ella; como su pareja ideal, su amigo/a del alma, su objeto de admiración, su amante perfecto... que no aspira a encontrar alguien mejor que tú en ningún sentido.
¿Lo has sentido alguna vez? ¿Has sentido el compromiso interno (no necesariamente formalizado) de una persona contigo porque para ella eres lo más valioso que ha encontrado?
En un caso así, difícilmente los celos aparecen. Hay convicción y por tanto confianza, en que tú eres su sujeto amado, el de sus sueños, a lo que su ser aspira o lo que lo complementa.
Hasta ahí todo está bien. Y, si es recíproco, perfecto.
El "problema" viene cuando no lo sientes; cuando se te pasa por la cabeza que puede encontrar o ha encontrado a alguien "mejor que tú" en algo: más joven, más guapo, más inteligente, más aventurero, más tranquilo... más algo.
La cuestión es si esto es realmente un problema o una realidad.
Puede ocurrir que la persona con quien andas te diga que tu eres lo más maravilloso del mundo y trate de demostrártelo, pero tu sientes o piensas que algo falla.
¿Está en tu imaginación o es verdad?
Yo me atrevería a decir, poniendo las cosas del revés, que es verdad.
Lo que sientes es un "indicador" de una realidad que está por debajo de lo que manifiesta la otra persona. Ella dice que sí pero, en realidad, tú sabes que no. Entonces te dedicas a controlarla porque sabes que puede escoger a otra, no necesariamente "mejor que tú", sino que le "vaya mejor" a el/ella.
El "problema" de los celos no es tenerlos o sentirlos, esto es un simple indicador. Algo te dice, y debes hacerle caso, que en el fondo algo no funciona. El verdadero problema deriva de que tu acción se dirija a evitarlo y no a aceptarlo.
Sinceramente, ¿para qué quieres a alguien que podría estar mejor con otra persona que contigo? ¿no es mejor que la sueltes y esperes a encontrar a otra que te encaje como anillo al dedo?
La clave del asunto, entonces, es la siguiente: si tienes celos mira a ver en qué sentido los tienes, en qué sientes que tu pareja preferiría otra cosa; qué anda buscando que no está en ti, o no tanto en ti, y acéptalo.
Desde ahí, y si no puedes, es desde donde surge, como digo, el verdadero problema. Si te sientes menos porque a las personas que te gustan no les gusta tanto tu persona, estás en un error. No eres menos, simplemente no has dado con una reciprocidad suficiente.
Tómalo con calma. Cuanto antes sueltes a quien no te quiere tanto como tú a el/ella, antes se dará la posibilidad de un mejor encaje. "De todo hay en la viña del Señor" y "Cada oveja con su pareja".