DERECHO A CONTRADECIRSE

Lógica, moral e ideología

La idea implícita en la cultura que nos rodea, acerca de que contradecirse es una postura reprobable, no tiene fundamento alguno. Aquí hallarás cuatro argumentos para contradecirte en acción, palabra o pensamiento, cada vez que sientas hacerlo. Tómalo como un manifiesto a favor de la contradicción.

Contradecirse

1.- Falacia Naturalista

El principio de no contradicción es una de las bases del sistema matemático y científico actual. Dice así: "No es posible A y no-A al mismo tiempo"

 

Esto es una verdad lógica, inmutable, también llamada "axioma". Sobre él se estructura todo el conocimiento científico de la realidad.

 

Puede llover o no llover, pero no es posible que ocurran ambas cosas al mismo tiempo.

 

Las proposiciones de la lógica y, por ende, de la ciencia, son descriptivas, es decir, muestran cómo es la realidad.

 

Ahora bien, a veces ocurre que desde tales proposiciones se pretende crear principios normativos (de norma), que describen, no cómo es, sino cómo debería ser la realidad, concretamente la realidad humana.

Los principios descriptivos muestran cómo es la realidad. Los principios normativos regulan cómo debe ser la realidad.

Esto ha sucedido con el principio de no contradicción; el cual, convertido en norma o regla para guiar la conducta, dice así: "Si piensas o haces A no puedes pensar o hacer no-A"

 

Por ejemplo: "O defiendes el derecho a la eutanasia o no lo defiendes"

 

Basar un principio normativo en otro descriptivo, o lo que es lo mismo, dar un paso de lo que es a lo que debe ser, se llama en Filosofía, "Falacia Naturalista"

 

"Falacia"porque es una pretensión no válida lógica o argumentativamente. Una falacia es una proposición que parece cierta pero que, en verdad, es errónea. "Naturalista" porque parte de lo natural y se pretende aplicar a lo social, moral o humano; salta del "ser" al "deber ser". 

"Falacia Naturalista" es pretender que las cosas "deben ser" en la realidad humana como "son" en la naturaleza.

2.- Falsos Contrarios

Una cosa es "no llueve" y otra diferente "hace sol". En el lenguaje coloquial, suele usarse el principio de no contradicción con aparentes sinónimos. Así, es usual confundir "no es posible que llueva y no llueva al mismo tiempo" con "no es posible que llueva y haga sol al mismo tiempo". Sin embargo, la posibilidad meteorológica de que llueva y haga sol al mismo tiempo existe, sobretodo en los países tropicales y subtropicales.


Por ello, la primera proposición ("no es posible que llueva y no llueva al mismo tiempo") es una verdad lógica, mientras que la segunda proposición ("no es posible que llueva y haga sol al mismo tiempo") es una falsedad lógica: aunque escasamente probable sí existe tal posibilidad.


Esta distinción es fundamental en lo que atañe al mundo de la subjetividad humana, pues suele confundirse la contradicción lógica o axiomática con aparentes contradicciones lingüísticas.

Principio de no contradicción

En lógica, una contradicción es "A y no-A". En el lenguaje coloquial se habla de "contradicción" entre aparentes opuestos.

En cuestión de gustos es muy frecuente esta confusión: Preferir el negro y también el blanco, beber coca-cola y también cerveza, ver comedias románticas y cine comprometido, fumar y practicar yoga, practicar sexo con hombres y mujeres, o ser tan dicharachero como solitario; son ejemplos de situaciones aparentemente, pero no lógicamente, contradictorias.


Se pueden abrazar causas supuestamente opuestas al mismo tiempo porque, en realidad no lo son lógicamente. Lo contrario a A es no-A, y no un B presuntamente antagónico a A. Lo contrario a "me gusta el blanco" NO es "me gusta el negro", sino "no me gusta el blanco".

 

Es posible que gustos, pensamientos o acciones incluyan opciones muy diferentes. Como reza el dicho, "en la variedad está el gusto" y, en muchos casos, dos alternativas opuestas poseen su parte de sentido.

3.- "Al mismo tiempo"

A veces, sin embargo, se dan casos de optar por dos posibilidades realmente contradictorias pero en tiempo o circunstancias distintas

 

Es cierto que no puedes pensar A y no-A en un mismo instante. Esto es una ley o principio lógico y aplica al funcionamiento de la mente. Pero sí puedes pensar hoy A y mañana no-A. "A veces llueve y a veces no llueve" o "Defiendo la eutanasia en unos casos sí y en otros no"

 

Es usual en esta sociedad preguntar a los niños por sus gustos. Y esta acción, por desgracia, muchas veces contiene la pretensión de definirlos o encuadrarlos en unas opciones determinadas frente a otras. "¿Qué quieres ser de mayor?". La mejor respuesta sería: "Ya veremos cuando sea mayor".

El principio lógico de no contradicción nada tiene que ver con la exigencia de sostener una misma postura a lo largo del tiempo.

Pese ello, en el inconsciente colectivo sigue transitando la idea de que las personas deben sostener sus actitudes o preferencias de forma estable, incluso toda la vida: Si hoy te afilias al PSOE y mañana al PP te llaman "chaquetero"; si hoy te gusta la Economía y mañana las Bellas Artes, te llaman "veleta"; si hoy crees en Dios y mañana no, te llaman "apóstata"; si hoy estás con tu marido y mañana no, te llaman "infiel"; si hoy apoyas a tu amiga y mañana no, te llaman "traidor".

 

Sin embargo, extendido popularmente, termina siendo una amarra a la libertad de pensamiento y acción.

 

Dicho principio social o moral, y seguro que se te ocurrirán más ejemplos, no tiene base científica alguna. Se trata, bien al contrario, de una normativa ideológica y, como tal, está enfocada a la permanencia o la reproducción de un sistema de pensamiento.

4.- "Lógica de la clasificación"

Se puede defender una idea en unos casos sí y en otros no; o incluso variar de convicciones cada vez que uno quiera. No hay objeciones desde la lógica ni desde la ciencia a esto. 

 

¿Por qué entonces se asume que no está bien contradecirse? ¿O por qué no se entiende que el gusto por la variedad puede ser una constante? La razón de esto es muy sencilla: la mente humana está especializada en clasificar... O eres del Madrid o eres del Barça y, además, para toda la vida.

Cambiar de opinión

La clasificación de las cosas es una capacidad natural de la mente y es perfecta con fines científicos. Permite simplificar y crear leyes generales descriptivas de la realidad


La tendencia a la dualidad, es decir, de crear dos únicas posibilidades alternativas para todo (de mirar las cosas como blancas o negras), y la creencia de que todo es perdurable o se extiende a lo largo del tiempo; se sustentan en esta especie de "lógica" de la clasificación. Pero esta capacidad de la mente, llevada al mundo de la moral, lo que produce es la asunción de un estatus quo, de un estado de permanencia no necesariamente real.

Pretender que la subjetividad no puede o debe variar es simplificar demasiado las cosas.

Todo principio ideológico (moral o social) consolida o reproduce una misma situación a lo largo del tiempo y convierte en opuestos cosas que realmente no lo son: "O estás conmigo o estás contra mí", "Si cambias eres un traidor, veleta, chaquetero, etc."

 

Pero, como hemos visto, esto no tiene lógica alguna. Es, únicamente, ideología. La ideología busca mantener las conductas o los pensamientos iguales a lo largo del tiempo para mantener las estructuras sociales, pero la auténtica verdad es que si hoy piensas A mañana puedes pensar no-A.

 

Lo único que puede ocurrir es que incomodes a aquellos que simplemente no les apetece cambiar o que, por lo que sea, no les interesa que varíes tú. La pretendida norma ideológica de la no contradicción no tiene base alguna y, en realidad, no se refiere a una auténtica contradicción.

 

Hoy puede llover y mañana no... e incluso puede llover al tiempo que hace sol.

La ideología moral o social pretende consolidar las cosas en base a la idea: "no puedes cambiar"