Soledad González Silgo

Soledad González Silgo

LIBERTAD DE SER

El miedo a la libertad provoca que las personas se encuentren escindidas entre lo que son y lo que creen que deben ser: un <<ideal de yo>> frente a los otros y frente a sí mismos, que pone obstáculos a la expresión de su propia esencia.

Libertad de ser

¿Por qué no eres libre?

¿Por qué no te muestras tal cual eres?

¿Por qué tienes secretos?

¿Por que no te atreves a dar tu opinión en público?

¿Por qué para sentirte libre de ser necesitas la confianza de los otros?

¿Por qué todavía escondes algunas de tus actitudes, de tus decisiones, de tus acciones?

¿Por qué no puedes ser quién eres frente a cualquiera?

¿Por qué no te atreves a dar la nota si es lo que te surge?

¿Por qué no puedes entrar en conflicto para defender tu postura, para marcar tus límites?

¿Por qué no muestras que alguien te gusta?

¿Por qué no insistes o pides explicaciones ante las actitudes de rechazo o indiferencia de los otros?

1. Necesidad de reconocimiento

    Te ocultas porque no sabes defenderte. No sabes defender a la persona que eres, tal cual es. No sabes afirmarte en el "Yo soy", cuando "Yo soy" significa algo que crees que no va a gustar a otros. Tienes miedo a no ser querido tal cual eres.

 

    La necesidad de reconocimiento es la base de toda ocultación y la necesidad de reconocimiento es lo mismo que la dependencia emocional, es decir, necesitar que otros te quieran para quererte tú. 

 

    Hasta aquí la cosa es relativamente sencilla, pero no resuelve nada por el simple hecho de saberlo, incluso de admitirlo. La resolución viene por el lado de adentro...

2. Falta de autoestima

    No sabes defenderte, no sabes mostrarte, no sabes decir "yo soy así" o "yo fui así" en cada momento de tu vida y ante quien sea; porque en realidad a ti mismo te gustaría ser distinto a lo que eres. Porque en esa persona que eres hay cosas que no toleras, que no aceptas, que no amas. No te amas con todo lo que eres.

 

    Y este no amarse a uno mismo por entero se llama falta de autoestima. Y hasta aquí, también es relativamente sencillo: La necesidad de reconocimiento o la dependencia emocional siempre deriva de la falta de autoestima. 

 

    La cuestión más interesante ahora es que mires esto...

3. Ideal de Yo

    La estrategia que usas es, por tanto, la siguiente: Lo que te gusta de ti lo muestras a los otros, pretendiendo que amen de ti sólo lo que tú amas.Y lo que no gusta, lo ocultas a los otros para, en el fondo, ocultártelo a ti mismo, en tu afán por cambiarlo, por que no sea.

 

    Usas a los demás para reforzar una imagen de ti, un ideal de ti, una parte de ti que es la que te gusta y para negar, rechazar, olvidar una parte de ti que es la que no te gusta.

4. Ser a medias

    ¿Quién eres entonces?

 

    Un ser a medias. Un ser dividido. Un ser con un "ideal de ser" que nunca es. Un ser que se oculta a sí mismo una parte de si, que la rechaza y la mete en el cajón del olvido, pretendiendo no serla y practicando con el mundo entero a vivir como si no existiera. Un ser que vive en su otra mitad, en la que le parece bien

 

    Eres un yo a medias buscando el "Yo Soy" en palabras vacías, porque no te atreves a aceptar tu otra parte, porque no te atreves a mirarla, porque te criaste pensando que era mala. Y lo malo, mejor que no se vea...

5. La sombra

    Pero, ¿de verdad es mala esa otra parte?

 

    La parte que se enfada, la parte que dice lo piensa sin vaselina, la parte sin miedo al ridículo, la parte estrámbotica, la parte que insiste y va detrás de quien ama, la parte que muestra sus intereses y sus desintereses, la parte que no conforma ni complace, la parte rebelde, la parte salvaje, la parte pasota o indiferente, la parte loca, la parte libre... 

 

    ¿De verdad es mala esa parte o no conviene? Y en caso de que no convenga... ¿a quién no conviene? ¿No te conviene a ti? ¿O es que no has aprendido a amarla?

    

    Nadie te enseñó a amarte libre... nadie enseñó a nadie a amarse libre porque la libertad no conviene. Y fue tanta la insistencia, fue tanto el terror, fue tanta la represión, fue tanto el castigo, el abuso de poder y la domesticación... 

 

    Que todos, incluso tú ahora, sigues ocultando tu libertad hasta el punto de negarle su propio nombre, hasta el punto de convertirla en algo oscuro escondido en el baúl de los recuerdos... para que no se vea, para que todos vivan como si no existiera; usándose unos a otros para olvidarla en común y viviendo a medias en vez de ser completos.

 

    Es tanta la inercia de la represión, del ocultismo, del secreto, del aparentar, del "qué dirán"... que a la libertad la terminaste llamando "sombra".

YO SOY

    Tu libertad es sagrada. No importa cómo la manifiestes. No importa cómo se vea. No importan sus consecuencias. 

 

    Tu libertad es lo único que te puede devolver a tu ser completo. A tu "Yo soy" integrado. A tu "Yo soy" la noche y el día. A tu "Yo soy" viviente, único, original, lleno de pinceladas dispares de colores infinitos. 

 

    Tu libertad es lo único que te puede devolver a ti mismo, a tu esencia, a tu naturaleza, a tu ser. 

 

    Lo único que tienes que hacer es atreverte a amarla, se vea como se vea, la veas como la veas.