Lo que llamamos "sistema" o "matrix", en el mundo de las terapias alternativas y la espiritualidad, fue denominado por Karl Marx, hace ya siglo y medio, ideología.
En su análisis del Capitalismo, este filósofo distinguió en todas las formas de civilización dos partes: la "infraestructura" o sistema económico y la "superestructura" o sistema ideológico. Unidos forman un modo de vida o modelo de producción de medios materiales e ideas.
La superestructura incluye la religión, la política, la legalidad, y las normas morales y sociales. Y éstas a su vez dan cobertura a la infraestructura, medios materiales de producción o sistema económico.
Dicho de otro modo, existe un entramado de ideas a nivel social que permite que el modo de vida general en el que vivimos se sostenga. Y este entramado se puede llamar, a secas, "ideología"
Karl Marx
No estoy hablando aquí de política. En el mundo actual, la ideología de los diferentes partidos políticos se incluye en otra más genérica y omniabarcante. Es decir, la ideología del sistema actual de vida es algo mucho más amplio, compartido en gran parte por los diferentes partidos políticos, los cuales diferen sólo en algunas cosas.
Tampoco hablo del Capitalismo. Existen ideas que hoy están establecidas como ciertas y que provienen de mucho antes de su inicio.
Marx dijo que toda ideología es falsa ideología, es decir, todo sistema de ideas es algo que pretende la permanencia, que la cosifica e impide la movilidad natural de la vida. Más aún, da una apariencia de realidad, fuera del cual las personas no imaginan cómo se puede vivir.
La mayoría de las personas creen que el modo de vida que llevan es el único posible. Esto es ideología.
Hay muchos ejemplos posibles: el cientifismo (pensar que todo lo que dice la Ciencia es cierto y que es la única verdad), la institución de la familia (como si fuera el único modo de establecer las relaciones de parentesco) o el trabajo (mirado desde el punto de vista de "ganarse la vida" y no como realización personal), son tres de los más llamativos.
Sin embargo, la cuestión es que, veamos como veamos el mundo, suele ser a través de unas ideas consolidadas; y esto, en sí mismo, impide que el desarrollo de la vida según su propio impulso nos resulte algo que "dominar", "doblegar" o "controlar".
Esta "fijación" de las ideas también la denunció Platón en el siglo V a.C. En su Mito de la Caverna, describe un mundo en el que los seres humanos están estancados en unas formas o conceptos fijos y, cuando alguien sale de la caverna y vuelve contando que existe otra realidad, no intervenida por esas formas, nadie le cree.
A este alguien que escapa a la ideología, o también "programación", se le llama, en el mundo de las terapias alternativas y la espiritualidad, "estar despierto".
Alegoría de la caverna
"Estar despierto" es hallarse fuera de un sistema ideológico cualquiera. No superar uno y sumergirse en otro diferente, sino poseer una relación inmediata con la realidad tal cual es.
Despertar no es luchar contra la ideología mayoritaria buscando otra diferente, sino asumir que la vida es cambiante y permitirla sin tratar de evitarlo. De este modo, una cosa son las ideas y otra muy distinta la ideología. La "desprogramación" no supone dejar de pensar. "Hacerse una idea de las cosas" es connatural a la mente humana. Pero quien lucha por sus ideas ya no está disponible a que estas varíen conforme al devenir natural de la vida, sino que se ha estancado en una ideología.
Al mismo tiempo, Despertar no es algo que tenga que ver con otros y, menos aún, algo que suponga ser mejor o peor, pues estos conceptos formas parte de la ideología. En realidad, se trata de una salida individual del sistema de ideas estatificadas o programación, cualesquiera que éste sea, para que su pensamiento sea libre y espontáneo, e incluso variable si las circunstancias también cambian.
Un pensamiento abierto viaja libremente por el cauce de la vida y permite que sea esta la que se imponga desde su realidad natural y universal.