Soledad González Silgo

Soledad González Silgo

VACUNA COVID-19

¿Buena, mala, mecanismo de control?

En los <<años del Coronavirus>> vivimos una polarización de ideas acerca de las vacunas, los virus y el confinamiento obligado. Aquí expongo una postura que trata de encontrar un medio justo, bajo la óptica de la libertad personal.

Vacuna Covid-19

    No estoy de acuerdo con la vacuna del Covid-19. En general, con ninguna vacuna.

 

    Opino que la medicina preventiva no es necesaria o, al menos, la medicina química o genética preventiva. Sí es importante y lo ha sido a lo largo de la Historia, ciertas medidas de salubridad y poder alimentarse bien. Pero tampoco creo que esto haya que llevarlo a extremos, me refiero a llegar a crear burbujas de salubridad que nos hagan perder el contacto con la Tierra.
 

    Confío en el sistema inmunológico y la capacidad del cuerpo para liberar toxinas y funcionar saludablemente por sí mismo. Confío en las herramientas de nuestro organismo. Y no sólo confío. Compruebo día a día sus maravillosas e incluso milagrosas capacidades. Es algo creado por una inteligencia infinitamente superior a la nuestra, por tanto, creo que en él todo está bien.

 

    También confío en la Naturaleza y en sus propios mecanismos de regulación. En que tampoco hay nada malo en ella. Por más que a veces nos pueda hacer daño o creamos que lo hace.


    Pero no concibo que haya que tratar de evitar ese posible daño, porque sé que todo en ella y en la inteligencia que la ha creado, y que la anima día a día, es perfecto y tiene un sentido; por más que a veces se nos escape.


    Sí entiendo que, una vez que la enfermedad se apodera de un cuerpo, se pueda acudir a remedios farmacológicos; por más que yo trate de evitarlos a toda costa, desde la opinión de que la enfermedad proviene más de nuestra mente humana que de la naturaleza infinita.


    Por otra parte, no estoy de acuerdo con las teorías de aquellos que sostienen, un poco en lucha, que la vacuna sea un mecanismo consciente de control de la población. Pero esto debo matizarlo:

  1. El mecanismo de control existe, más consciente o menos, y ha existido siempre. Desde que el primer ser humano quiso imponer su voluntad a otro ser humano y a la propia naturaleza existen estos mecanismos.

  2. Me preocupa más que quienes lanzan la alarma contra la vacuna, en este sentido; no se den cuenta de que ya en ellos está articulado un sistema de control, que pervive generación tras generación, en forma de herida y en forma de ideología.

  3. Soy más proclive a analizar todas y absolutamente todas las fórmulas de control en las que yo he caído a lo largo de mi vida, y animo a otras personas a hacer esto. Pero si la vacuna realmente contiene otras nuevas, tampoco puedo defenderlas.

  4. Dado que la vacuna en general es ya de por sí un mecanismo de control, en primer lugar, de la inteligencia divina y la naturaleza, y que, como ya he dicho, no estoy de acuerdo con esto ni con ninguna forma de medicamento preventivo; me basta y sobra con este argumento para oponerme.

  5. La vacuna del Covid sólo forma parte de un mecanismo de control mucho más complejo y global de unos seres humanos sobre otros. Animo, pues, más a entrar en este análisis que a ir en contra, exclusivamente, de uno de sus subproductos. Aunque si este subproducto sirve para darse cuenta de la problemática general, me alegro.


Dicho todo esto, debo finalizar con lo siguiente:

  • Respeto a todas las personas que decidan ponerse la vacuna contra el Covid-19. Si no lo hiciera, yo misma caería en los mecanismos de control, creyendo que tengo algún derecho para imponer mis opiniones, por más que crea estar en lo cierto, sobre otros.

  • Me alegra, y dice mucho a favor de esta sociedad, que no se haya impuesto de forma obligatoria vacunarse contra el Covid. Animo, también desde aquí, a eliminar todas las obligaciones que sí se imponen en la actualidad en relación al cuidado de la salud. La salud es una cuestión privada. Cada quien debe decidir por sí mismo. Y la medicina pública debe ser únicamente un servicio voluntario u opcional.

  • La libertad es el primer y fundamental derecho de todos.