Es habitual que agravios sufridos en el pasado, no se superen en su totalidad desde el entendimiento o la intención de perdonar. Cuando ocurrieron los hechos, el cuerpo físico, energético y/o emocional, no pudieron reaccionar y lo sucedido quedó instalado en ellos, provocando un malestar recurrente.

   La regresión es una buena solución para estos casos, en los que se requiere liberar memorias dolorosas que impiden a una persona reconciliarse con ella misma, con otros o con la vida.

las regresiones se utilizan para la liberación de memorias antiguas

   Existe una gama amplia de métodos para lograr una regresión: técnicas de respiración, ingesta de sustancias naturales, meditación o visualización, hipnosis, psicodrama, asociación libre, mantras, sonoterapia o la simple voz pausada del terapeuta.

   En general, el objetivo es saltar la barrera de la elaboración mental y permitir un enlace directo con el recuerdo, hasta que la persona se imbuya de las sensaciones o emociones que tuvieron lugar durante el suceso o, lo que es lo mismo, que reviva la experiencia.

liberar memorias pasadas requiere experimentar de nuevo lo ya vivido

   Aunque, en ocasiones, vienen a la memoria detalles o nuevos hechos que con anterioridad no se recordaban; lo fundamental no es tanto acceder a nueva información como lograr que, durante la regresión, la persona supere la situación que había quedado sin resolver. Esta superación, la mayoría de las veces, viene a través del simple desbloqueo de la tensión acumulada.

  Hay personas que, durante el trance, acceden a contenidos muy tempranos de la infancia, de su período intrauterino o, incluso, de vidas pasadas. Sea como fuere, lo importante, dentro de la terapia emocional, es siempre la resolución del conflicto por el cual se accede a la regresión. Si los contenidos son amables o placenteros, es positivo también permitir a la persona que los disfrute y se sienta segura en ellos.