En los Vedas o escritos sagrados hindúes se habla de seis centros o chakras situados a lo largo de un canal central que atraviesa el cuerpo humano de pies a cabeza. Literalmente la palabra "chakra" significa "rueda" y según los textos antiguos son los siguientes:
El séptimo chakra, o “rueda de los mil rayos”, fue añadido por la Teosofía a finales del siglo XIX.
El torrente global que fluye a través del cuerpo y de los diferentes chakras, se llama energía Kundalini y posee doble polaridad, es decir, va de arriba a abajo y de abajo a arriba. Sin embargo, si alguno de los siete chakras se encuentra bloqueado, el movimiento no es tan fluido y puede causar una gran diversidad de síntomas asociados a cada uno de ellos.
Una persona con los chakras abiertos y la Kundalini fluyendo de forma natural, posee una conexión equilibrada con la energía más densa y la energía más sutil. De este modo puede vivir desde su autenticidad, más cercana a lo material o lo espiritual según el momento, siempre desde el instante presente.
La apertura o armonización de Chakras se puede realizar a través de cualquier terapia energética o una mezcla de todas ellas, y también, en el cuerpo físico, mediante las terapias corporales. Sin embargo, cabe apuntar que va mucho más allá. La apertura de cada Chakra tiene que ver con la sanación de todos y cada uno de los ámbitos a los que cada Chakra está asociado.
Si quieres ampliar tu información sobre el sistema de 9 chakras, lee mi artículo "Los 9 ámbitos de lo real" publicado en la Revista Natural en 2018.