El "triángulo dramático" es un modelo concebido por el psicólogo transaccional Stephen Karpman en 1968. En él describe tres roles básicos inconscientes que las personas asumen y que causan los conflictos interpersonales.
Los roles a que se refiere son la Víctima que sufre, el Pereguidor que agrede y el Salvador que rescata.
La clave del uso de este modelo es darse cuenta de que cada quien actúa un rol u otro dependiendo de las circunstancias y de las diferentes relaciones que establece.
Sin embargo, es posible añadir al triángulo dramático un cuarto rol, el cual permite, al mismo tiempo incidir en dos aspectos fundamentales para entender en profundidad esta dinámica.
1.- Existe un cuarto rol: Manipulador o Narcisista.
El Manipulador se caracteriza por conseguir sus objetivos seduciendo, engañando o convenciendo a sus víctimas. Cuando esto no es suficiente, puede también manipular a un agresor para que haga el "trabajo sucio". En cuanto a su relación con el Salvador, le sirve de pantalla o velo de ocultación, pues este sostiene a las víctimas en la ignorancia y la dependencia.
2.- La Víctima es la herida presente en todos.
La causa de todas las estrategias es la ausencia de amor propio. Todos los roles parten de la víctima y su objetivo es conseguir ser querido, reconocido, apreciado o atendido por otros.
3.- El Manipulador es la estrategia de todos.
Aunque se manifiestan en formas distintas, los 4 roles son de manipulación: pretenden obtener y lo hacen mediante estrategias ocultas.